La necesidad de una Educación inclusiva vuelve a ocupar la agenda social en un momento en que la integración y la igualdad real y efectiva no se da en todas las escuelas.
Así lo recuerda IRISBOND, compañía española que lleva años abogando por esta inclusión real y efectiva a través de la tecnología. Sus expertos subrayan que la Educación solo es inclusiva si los alumnos con discapacidad van a clase con otros niños que no la tengan. De esta forma, se percibe –y se vive– como algo normal que llevarán consigo durante el resto de su vida. Esto permite que niños y niñas con discapacidad sean ciudadanos de pleno derecho, no en cargas para el sistema, independientes y autónomos laboral y socialmente.
Uno de cada 500 niños nacen con parálisis cerebral. Muchos de ellos no tienen afectadas sus capacidades intelectuales, solo las motoras. Sin embargo, por su condición, se ven relegados y privados de su infancia-adolescencia y de una Educación como los demás, cuando, gracias a un comunicador, podrían estar asistir a la escuela con normalidad.
Hoy por hoy, una escuela donde los niños, con discapacidad o sin ella, convivan y aprendan como los iguales que son es posible. La tecnología, en este sentido, puede eliminar tales barreras circunstanciales que, hasta ahora, suponían una diferencia. Un caso de éxito es el de IRISBOND, que hace posible esta supresión de barreras a través de tecnologías de eyetracking y de sistemas de Comunicación Aumentativa Alternativa (CAA).